lunes, 19 de octubre de 2015

Viento

La implosión repentina de una braza, la silueta caprichosa del hollín en la pava, el gorgoteo del primer mate, la espuma y viento...mirar a través del vidrio las fauces de la meseta que nos devoran.
Es que por estas tierras han pasado y pisado cientos, ingleses, españoles, maragatos y otros tantos, que sólo han sabido de ser olvido, no mas que alguna sombra que se pierde en lo infinito; es que esta tierra no sabe ni sabrá jamás de dueños, de nombres propios o propietarios sino de hijos, de gente, de piedra, de saudades...se hace, se vive, se ama y se siente de a poco para que algún día, el viento nos lleve o nos traiga...

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