De las mil cosas que se me podían ocurrir,
Decidí escribir…
…La sencilla posibilidad de codificar algún sentimiento
Me convenció.
Y es verdad, hay algo de loco en esto de regalar un verso…
Dígame, usted, que si apenas llegó hasta acá
¿Encontraría una declaración de amor?
Es más,
¿Sería capaz de hallarla escondida entre algunos versos garabateados
Casi al azar, casi de rebote?
Confieso algo a usted señor lector,
Hay mucho de azar,
Mucho de “quedó lindo y listo”
aquí y allá,
En los versos,
En la política,
En la vida,
En el amor…
Hay mucho del “queda lindo”…
Pero seamos francos,
Déjeme guiñarle el ojo y aprovechemos a ser sinceros,
Ahora que estamos solos…
¡¿Cuánto del “queda lindo” nos puede llegar a quedar después del viaje?!
Y es verdad amigo, muy poco…
Por eso,
De las mil cosas que se me podían ocurrir,
Decidí escribir…
La sencilla posibilidad de codificar algún sentimiento
Y no quedarme con el “queda lindo”
Me convenció…
Y es verdad, hay algo de loco en esto de regalar un verso…
Pero mucho más aún para recibirlo y leerlo…
